Pedro
Miguel Ramón Chipia y Landaeta, Nació el 24 de Junio de 1790 en Carache Estado
Trujillo.
Sus padres Don Pedro Chipia Y Barbará Landaeta eran naturales de la ciudad de Pedraza Provincia de
Barinas, Productores de Cacao en su hacienda, Don Pedro fue Teniente de Justicia Mayor y Moral; y
Comandante de la Real Audiencia de Pedraza. Don Pedro se residenció en la ciudad de Nueva Valencia, Provincia de Caracas ¨ desempeñó Alcalde de la Santa Hermandad en 1793 por Don
Pío Domingo de Cala, durante el Gobierno de Guillelmi, en su permanencia Don Pedro y su Esposa Bárbara conciben su
primer hijo el 28 de agosto de 1788 de
nombre Agustín del Carmen Ramón de la Merced Chip[ia y Landaeta en su vida fue
Rector de la Universidad de Mérida. Alcanzó reputación como Sabio helenista y
latinista y de elocuentísimo orador Catedrático de
Fundamentos y Apología de la Religión Católica, Lugares Teológicos e Historia
de la Iglesia, y en dicha provincia
en San Diego de Alcalá del Cantón de
Valencia nace su segundo Hijo José Manuel Chip[ia y Landaeta fue Militar venezolano quien también se
distinguió en la guerra emancipadora, Que desde los primeros años que se
proclamó la Independencia se incorporó al ejercito hasta que en 1814 y en los
momentos que emprendieron la emigración, fue hecho prisionero por los enemigos
y conducido a Coro y de este Puerto a las bóvedas de Puerto Cabello. Mas
incorporado de nuevo en el servicio el año 1818, en su grado de Primer
Comandante Efectivo y además Capitán de Dragones y Primer Ayudante Secretario
de Rafael Urdaneta se halló con éste en Barquisimeto y Araure, donde recibió
dos heridas y ascendió a 1er. Comandante
de Infantería. En el 1849, Tuvo pensión de invalido, a consecuencia de sus
heridas. Murió en Caracas donde residía
en Abril de 1852
Pedro Miguel Ramón nació en Carache en 1790, sus padres de cultura agraria tenían arrendada
y comprada haciendas en la región Trujillana, Pedro Miguel Ramón es nativo
del hoy Municipio Carache su
descendencia contemporánea se ubican en Cuicas antiguamente llamado Pedregal
luego Potrero de la Virgen y también en el Estado Mérida Pedro Miguel Ramón se formo en la ciudad de
Nuestra Señora de la Paz de Trujillo y en donde abraza la causa de la
independencia.
Fue una persona muy experimentada, capaz de cumplir
cualquier ocupación, y que apoyo de carácter general al Libertador Simón
Bolívar. Fue jefe de operaciones en batallas , excelente navegador, asistente o primer ayudante de
Bolívar y letrado que sirvió múltiple veces de secretario
Era una figura castrense ejemplar perteneciente a la
causa emancipadora, su hoja de servicios del
Trujillano – Carachero Pedro Chipia en
1810 era cadete del Cuerpo Nacional de
Artillería de Caracas donde fue herido en la carac y el 31 de Julio de 1811 Don Juan Escalona Presidente en
turno del Supremo Ejecutivo de Los Estados Unidos de Venezuela se sirvió
conceder al Cadete Don Pedro Ramón
Chipia el empleo de Subteniente vivo del referido Cuerpo
Cuando
Simón Bolívar en su marcha triunfal hacia Trujillo, llegando a esta ciudad el
catorce de Junio 1813, cuando apenas comenzaba la tarde. El entusiasmo de los
trujillanos ante la presencia del Libertador, fue desbordante. De todas partes
acudían jóvenes apasionados, fanáticos de la causa, que querían sentar plaza en
el pequeño ejército comandado por Bolívar. Hombres del pueblo y de la más
distinguida estirpes Trujillana se enrolaron en las fuerzas que iban a combatir
por la libertad de Venezuela. se
incorporaron Cruz Carrillo, Andrés Linares, Pedro Miguel Chipia, el Dr. Juan Pablo Pacheco, Alonso Uscategui,
Bartolomè de las Chávez, José Martín, y Joaquín Durán, José Ignacio, Bonifacio
y Lorenzo González, Juan Antonio y Miguel de la Parra, Miguel Andrade y mucho más que tuvieron destacada
actuación en aquella admirable
batalla.
Lucho
de una manera frontal, resuelta y determinante contra el ejercito español Alcanza
el grado de Capitán en la Batalla de Araure, el 5 de Diciembre de 1813
resultaron heridos en esta Batalla Pedro Miguel Ramon y su hermano José Manuel
Chipia y Landaeta
Participó
en las campañas del 1814 y en la emigración a la Nueva Granada
En
Kingston, el incansable Bolívar, solo pensaba en organizar una fuerte
expedición sobre costas firme le concede el grado de Teniente Coronel, Emigró
Pedro Miguel Chipia a las Antillas. En Haití Bolívar lo nombra su Edecán y Jefe
de Ingenieros, en la Expedición de Los Cayos El 31 de Marzo de 1816
25
de marzo de 1816, Cuartel General de Los Cayos, con esta fecha se ascendió a
Coronel efectivo de Ingenieros al Teniente Coronel Pedro Chipia.
En
1816, la célebre batalla del Juncal. Piar, que era el Gral. Más antiguo,
dirigió la acción. Pedro M Chipia ganó allí el grado de Coronel; partióse el
vencedor con rumbo a Guayana
Fue
comisionado para mantener con su Batallón de Barlovento el paso de Caruachi
libre de enemigos, defender el parque que allí se dejaba, proteger a los
indígenas y se unieran a la causa, estableció fraguas y solicito hierros para
fabricar lanzas para el mejor servicio del ejercito. Fue nombrado Comandante
del Distrito Caroni y de allí sigue construyendo piraguas.
Con Piar pasó a Guayana donde se inician las
operaciones para la liberación de la provincia. El Cnel. “Chipia su comandante,
sin esperar órdenes de Piar puesto que la Torre venia avanzando con su granizada de balas, rompió
con su voz de mando: "Alto, frente, alinear," frase que al punto fue
completada por su Capitán, el Tte. Cnel. José María Landaeta, con la de
"fuego a la bayoneta". Como Coronel actúa en la Batalla de San Félix,
la gran batalla se escenificó en la Mesa de Chirica y el Cerro del Gallo. Quien venciera allí en ese punto desolado del
Orinoco pasaría de hecho a controlar la rica región de Guayana. Como sabemos,
vencieron los patriotas con 1.200 hombres, 400 más que los del brigadier Miguel
de La Torre y el coronel Nicolás Ceruti. Más de la mitad de las tropas de Piar
estaba integrada por indios guayanos, caribes y de otras tribus de Upata,
Altagracia, Capapui y demás pueblos de las cercanías. Los indios pelearon
armados de flechas y lanzas que eran de fácil fabricación en la villa de Upata.
Las divisiones de Piar estaban comandadas por José Antonio Anzoátegui, Pedro
León Torres y Pedro Chipía. contra el
Brigadier De La Torre
Fallecen en la batalla el indio muy popular, Tomás
Caurima . “Tomasote”, teniente de lancero, que todavía se le recuerda en Upata
porque era nativo de San Lorenzo, a las faldas del Cerro “El Corozo”,
“El bravo coronel Chipia, atravesado de un
balazo, rinde la vida en medio de sus soldados que, respetuosamente, sin dejar
de combatir, arropan el cadáver de su jefe con la bandera del batallón
"Barlovento"
El día siguiente sus compañeros Pedro León Torres,
José Antonio Anzoátegui y Bartolomé Salóm recibieron ascensos de Generales de
Brigada los dos primeros y de Gncl. Efectivo el último, en premio de su valor.
Chipia y Landaeta han debido recibir los mismos honores aun después de muertos,
por haberlos merecido más que otros.
Pedro Miguel Ramón Chipia Fallece en la Batalla de San
Félix el 11 de Abril de 1817.
“Al día siguiente después de hechos los honores
fúnebres al Coronel Pedro Chipia y Comandante Landaeta, fueron por orden
general dados á, reconocer como generales de Brigada los Coroneles Pedro León
Torres y José Antonio Anzoátegui y otros mas mayores grados previniéndose por
ella también que los jefes, oficiales y tropa llevasen en el brazo derecho un escudo
orlado de laureles y en su centro esta inscripción, "Laureles tomados en
el campo de Su Documentos para la historia de la vida pública del libertador..
El
Coronel José Landaeta y El Coronel Chipia fueron héroe de las
batallas de El Juncal (1816) y San Félix el 11 de abril de 1817 El Oriente de
Venezuela rinden el más alto tributo al jefe de operaciones Coronel Chipia que experimentadamente liberó
toda Guayana
El Boletín Militar
emitido desde el Cuartel general de San
Félix el 12 de abril Informa el éxito de la Batalla y notifican las bajas en el
siguiente Fragmento:
“…-Nuestra pérdida ha
sido de 31 muertos y 65 heridos. De los primeros fueron el Benemérito
Comandante de nuestra derecha Coronel Pedro Chipia, y el Capitán de Cazadores
del Batallón conquista de Guayana
teniente coronel graduado José María Landaeta; pérdida irreparable y
sensible! Ellos eran dos firmes apoyos
de la República, dos oficiales igualmente recomendables por su prudencia,
actividad, talentos y valor. Su memoria será eterna, como la de la Victoria del
11 á que tanto contribuyeron sus esfuerzos...”
- CRISTOBAL MENDOZA (1772-1829),
vivió 57 años.
-
ANTONIO NICOLAS BRICEÑO (1782-1813), vivió 31 años.
-
PEDRO RAMON CHIPIA (1788-1817),
vivió 29 años.
- MIGUEL
VICENTE CEGARRA: 17??-1848.
Por alguna razón la lista de estos ciudadanos, es de difícil ubicación en los libros de historia patria, razón por la cual Rafael Angel Teràn Barroeta ha reproducido fotográficamente el decreto, de la edición microfilmada que reposa en la Biblioteca Nacional.
Homenajes Nacional contemporáneas al Procer Coronel
Pedro Chipia
El 11 de 2015 Abril , fecha en la
que se conmemora 198 años de la desaparición física del Coronel Carachense
Pedro Miguel Chipía , A partir de la gestión de la Jefatura del Municipio Escolar de Carache (2011) del Lcdo.
Juan José León Crespo Director de el Liceo Juan Antonio Roman Valecillos(2015),
Conjuntamente con el Licenciado Jose de los Santos Piedra ambos miembros del
Colectivo Pedro Miguel Chipìa y desarrollaron la Semana Bicentenaria
Conmemorativa a este héroe independentista Trujillense, se precisaba la
importancia del realce de la figuras de todos los héroes locales, en especial
la del Coronel Chipía. Leòn enfatizò que “es imperativo que todos nos avoquemos
al rescate de lo nuestro, la enseñanza de la historia local unida a la regional
y nacional son fundamentales para la formación de valores y de los nuevos
ciudadanos”
83 instituciones educativas del municipio escolar Carache se están llevando a cabo actividades para resaltar a héroes y heroínas como Pedro Miguel Chipía, Manuel Vicente Cegarra, Simona Perdomo, el Padre Fernando Perdomo y el Héroe Sin Nombre de la Playa
"El Apellido que llega a esta región Trujillana
Étnicamente son de los vascos que
es una población preindoeuropea asentada
principalmente en el norte de España de
la
Casa de la nobleza con el escudo de plata, una encina de sinople superada de
una flor de lis de azur.
La primitiva casa solar de este linaje radicó en la villa de
Escoriaza (Guipúzcoa), desde donde pasó a Santo Domingo de la Calzada (La
Rioja) en 1600. Otra casa radicó en Navarra, en el siglo XIV donde se
apellidaron Chipia."
La Estructura de la Sociedad Colonial de los Chipìa en Venezuela
Los primeros
Chipìa Eran Peninsulares (blancos nacidos en España) vinieron campesinos, artesanos, militares,
mineros encontraron mayores
posibilidades de movilidad social y mejoramiento económico
Los Chipias Criollos
Nuevos ( blancos nacidos en América). De
la segunda estructura de inmigración de españoles a la Capitanía General,
quienes en conflicto con los primeros sostenían que su inmediata procedencia de
España valía más que cualquier linaje
Muchos españoles de
clase media y alta ofrecían sus hijos a
disposición de la Iglesia Católica para su formación y de igual forma a la carrera Militar
Ejercito Venezolano
Mediante resoluciones del Ministerio del Poder Popular para
la Defensa, fueron creados y Adiestramiento de Combate, adscritos al Comando
Terrestre de Operaciones del Ejército de Venezuela. Cada uno de estos centros de Adiestramiento
de Combate cuenta en su estructura organizacional con un batallón o una
compañía de Apoyo a la Instrucción, que, igualmente, fueron creados y
activados.
Uno de los centros de Adiestramiento de Combate es
denominado: Coronel Pedro Miguel Chipía, estado Bolívar, y limítrofe con el Territorio
del Esequibo, reclamado por Venezuela a la República Cooperativa de Guyana.
Unidades de Apoyo a la Instrucción
Asimismo, fueron activados un batallón y seis compañías de
Apoyo a la Instrucción. La organización y equipamiento de cada una de estas
unidades, corresponde a la especialidad y armamento de las brigadas desplegadas
en la zona donde están ubicados los respectivos centros de Adiestramiento de
Combate (CAC).
Entre las compañías de Apoyo a la Instrucción, destacamos la
adscrita a los CAC : Pedro Miguel
Chipía.
La primera incluye en su organización un pelotón de Tanques
Mixto (AMX-13, AMX-30), un pelotón de Infantería Mecanizada (blindados
AMX-13VTT-VCI), dos piezas de Artillería de Campaña y una pieza de Artillería
Antiaérea (ZU-23/ZOM-1-4).
Fuente: infodefensa.com; Foto; AVN
Una crítica a la película
“Bolívar: el Hombre de las Dificultades”.
Por Abdiel Santiago
Adaptación: Carlos Arrieche
Escena de Película:
Bolívar tenía 2 negros ayudantes, uno era Pío y el otro Andrés. Al verse
Bolívar imposibilitado para pagar el arriendo de su habitación, abandona por
voluntad propia la casa al ver el mal trato de su dueña a uno de sus
colaboradores (en la película, lo sacan a patadas). Luego Bolívar se traslada a
la casa humilde casa de uno de sus edecanes llamado Rafael Páez, pero al ver
esta situación, otro de sus edecanes, el tte. cnel. Pedro Ramón Chipía,
solicitó ayuda a un francés llamado Benito Chasseriu. Bolívar enseguida fue
llevado por Chipía a la casa de Chasseriu donde éste lo invitó a mudarse a su
casa ese mismo día. Ese fue el cambio que salvó su vida, pues ese mismo día el
negro Pío planificaba matarlo. Estando en la hamaca del Libertador el pobre de
Amestoy, Pío lo asesinó creyendo que era Bolívar.
En la película personifican el Edecán
de Bolívar al Coronel Chipìa con escenas
diferente a la realidad ocurrida en 1816.
En el Diario de Bucaramanga, Luis Perú de Lacroix copia el relato del
propio Bolívar sobre lo sucedido:
"Algunos días antes de mi salida de
Kingston, en Jamaica, para la Isla de Haití, en el año de 1816, supe que la
dueña de la posada en que estaba alojado con el actual general Pedro Briceño
Méndez y mis edecanes Rafael A. Páez y Ramón Chipia, había tratado mal y aun
insultado a este último, faltándole así a la consideración debida, lo que me
hizo no sólo reconvenirla fuertemente, sino que determiné mudar de alojamiento.
Efectivamente, salí con mi negro Andrés con el objeto de buscar otra casa, sin
haber participado a nadie mi proyecto; hallé lo que buscaba y me resolví a
dormir en ella aquella misma noche, encargando a mi negro de llevarme allí una
hamaca limpia, mis pistolas y mi espada; el negro cumplió mis órdenes sin
hablar con nadie, aunque no se lo había encargado, porque era muy reservado y
callado. Asegurado mi nuevo alojamiento, tomé un coche y fui a comer a una casa
de campo de un negociante que me había convidado. Eran las doce de la noche
cuando me retiré, y fui directamente a mi nueva posada. El señor Amestoy,
antiguo proveedor de mi ejército, debía salir de Kingston para los Cayos al
siguiente día, en una comisión de que lo había encargado, y vino aquella misma
noche a mi antigua posada, para yerme y recibir mis últimas instrucciones; no
hallándome, aguardó pensando que llegaría de un momento a otro. Mi edecán Páez
se retiró un poco tarde para acostarse, pero quiso antes beber agua y halló la
tinaja vacía; entonces despertó a mi negro Piito y éste tomó dicha tinaja para ir
a llenarla; mientras tanto el sueño se apoderaba de Amestoy que como he dicho
me aguardaba, y él se acostó en mi hamaca, que estaba colgada, pues la que
Andrés había llevado a mi nuevo alojamiento la había sacado de los baúles. El
negrito Pio o Piíto, pues así lo llamábamos, regresó con el agua, vio mi hamaca
ocupada, creyó que el que estaba dentro era yo, se acercó, y dio dos puñaladas
al infeliz Amestoy que quedó muerto. Al recibir la primera dió un grito,
moribundo, que despertó al negro Andrés quien al mismo instante salió para la
calle y corrió para mi nuevo aloja miento, que sólo él conocía; me estaba
refiriendo lo ocurrido cuando entró Pío, que había seguido a Andrés. La
turbación de Pío me hizo entrar en sospechas; le hice dos o tres preguntas, y quedé
convencido de que él era el asesino, sin saber todavía quién era la víctima.
Tomé al momento una de mis pistolas, y dije entonces a Andrés que amarrase a
Pío. Al día siguiente confesó su crimen y declaró haber sido inducido por un
español para quitarme la vida. Aquel negrito tenía 19 años, desde la edad de 10
a 11 estaba conmigo, y yo tenía absoluta confianza en él. Su delito le valió la
muerte, que recibió sobre el cadalso. El español designado como inductor fue
expulsado de Jamaica, y nada más, porque no se le pudo probar nada.
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